22/4/09

Más Allá

Mi pecho arde, retumba en él el sonido del Amor, melodioso, acompasado, equilibrado, omnipresente en todos mis cuerpos, a veces el latido se acelera, siento la necesidad de compartirlo, puedo incluso derramar alguna lágrima de felicidad, sólo tengo mi Ser como testigo, él sabe de que hablo de cual es el sentimiento que me acoge y que a la vez me arropa, me da fuerza, sabiduría, fe, esperanza, respeto absoluto por todo y todos, me hace transportarme más allá de mi sitio aquí, en el que en estos momentos estoy sentado intentando describir un sentimiento que posiblemente tenga la capacidad de albergar algo más grande que lo que llamamos Amor, pero no sé su nombre, no sé como llamarlo, tal vez no lo tenga y por eso no lo conozca, pero está ahí invadiéndome cada célula cada parte de cada una de las células, todo mi sistema energético completo …. Y me hace brillar de una forma tan luminosa que podría alumbrar la habitación en la que me encuentro. Sólo es un sentimiento que me hace volar más allá de este Universo, a un Cosmos diferente. En él no existe el bien ni el mal, ni los hermanos ni madres, ni amigos ni enemigos, ni padres, maestros o jefes, sólo se existe, sólo… se… existe… sólo se Es.
A quien haya tenido la grandeza de tener esta experiencia o algo similar sabrá de que hablo, a los que no la hayan tenido sólo puedo animaros a que no desistáis de tenerla.
Desde aquí la comparto con todos vosotros.



Miguel A. Garrido