20/12/09

En la quietud de mi corazón

Cuando el regocijo del Amor
haya llenado mi corazón,
mis labios en sumisión
dirán al pueblo de Dios
que el amor que Él procesa
no es Amor de religión.

¡¡Que su Amor es tan infinito…¡¡
como amable su calor,
sus palabras sin comparación,
son dulces en su expresión,
más… de mil formas siempre habla
en pos del Gran Amor.

Su Luz cegadora y eterna,
abre de par en par mi corazón,
y él queda de ella llena
al recibir su calor,
y sigo en esta bella condena
que libera mi Espíritu y mi corazón.


Miguel Angel Garrido2.